Buscando recetas con productos de temporada para un nuevo post y pensando en la alcachofa porque es una de mis verduras favoritas,  se me cruzó la receta del humus de alcachofa de Raquel Bernácer.  Igual que Tribu Woki, es una amante de alimentación saludable, sencilla y de verdad, pero acorde con la época que nos ha tocado vivir. Recopila las herramientas necesarias para mejorar el equilibrio alimentario, trucos, recetas, consejos, en definitiva, todo aquello que puede servir para mejorar nuestras costumbres en alimentación y el entorno en el que vivimos. No es que proponga ninguna dieta, sino que se orienta hacia una nutrición más sana del  cuerpo y la mente con sus recetas del día a día.

En el post que también hemos escrito sobre las propiedades de la alcachofa, podréis encontrar sus múltiples beneficios como por ejemplo que,  al absorber el agua del estómago, sus fibras vegetales nos ayudan a controlar el apetito, aportándonos sensación de saciedad y favoreciendo la pérdida de peso y por lo tanto estimula la eliminación de líquidos.

Como sabréis en nuestros restaurantes Woki Organic Market los humus son uno de nuestros platos estrella, servimos de tres variedades el tradicional, de remolacha y babaganoush. Así que ¿Por qué no añadir uno más? súper contenta con mi hallazgo, me fui a nuestro supermercado Organic Market, para que todos los productos fueran orgánicos  y sanos como el plato que iba a cocinar, y así me dispuse a realizar la siguiente receta a la que además di mi toque personal:

1. Pelas las alcachofas, pero no tires la hojas que te servirán para decorar. Quédate con los corazones, su parte más tierna, ¡Ay alcachofa de mi corazón! Si tienes un poco de prisa también puedes utilizar corazones de alcachofa en conserva, eso sí, siempre orgánicos.

2. Hiérvelos en agua hasta que estén bien blanditos. No tires el agua consérvala por si la necesitas más tarde. Si en lugar de hervirlas las asas, el humus también queda con un sabor muy característico y sabroso. Si no te gustan los sabores muy fuertes, puedes hervir el ajo, no tiene tanto sabor como crudo.

3. Fríe las virutas de jamón. Recuerda que son para decorar, así que cuanto más pequeños y finitos los cortes mejor.

4. En el pote de la batidora añade las alcachofas (excepto una para decorar), el ajo, el aceite de oliva, el tahini, el comino, la sal y el zumo de limón.

5. Triturar todo con la batidora de mano, si  te queda una pasta bastante densa añade un poco del agua de cocción de las alcachofas.  Ve añadiendo poco a poco el agua, mientras continúas batiendo, hasta que te quede una consistencia más o menos fina.

6. Para terminar, ponlo en un bol con un poco de cebollino o perejil fresco espolvoreado, el pimentón y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Puedes decorar con un corazón de alcachofa en el centro y trozos de la hoja de alcachofa alrededor.

7. Déjalo enfriar

8. Lo puedes acompañar con con pan de pita, tostaditas de kamut, crudités de verdura… con lo más sano y más te guste.

¡Quieta, ya sabemos que te gusta chuparte los dedos!

 Fuente: Raquel Bernácer