En muchas ocasiones preferimos utilizar productos ya elaborados para el cuidado de nuestra piel. Ya sea por comodidad, rapidez o fiabilidad. Aunque muchos de estos cosméticos son beneficiosos para nuestro organismo, sobre todo los ecológicos y bio, existen multitud de “remedios” y productos caseros igual de eficaces.
Es el caso del uso de la miel. En el post vamos a centrarnos en los beneficios de este alimento tan natural para nuestra piel. El nivel de acidez de la miel impide el crecimiento y la aparición de las bacterias causantes del acné y otras impurezas y, gracias a su consistencia, es un excelente exfoliante. La miel también tiene propiedades anti inflamatorias, antialérgicas, es rica en vitaminas y minerales, contiene aminoácidos y enzimas vitales para las células, es antioxidante y, tal y tiene propiedades regenerativas por lo que es perfecta para regenerar la piel seca, deshidratada y sin brillo.
Así pues, ¿cómo podemos utilizar la miel para mejorar nuestra piel? Muy sencillo, en forma de mascarilla. La receta básica de mascarilla de miel sólo incluye miel y limón aunque vamos a darte varias opciones en función de tu tipo de piel.
- Mascarilla para piel seca: Necesitas miel de abeja, miel de almendras dulces y zumo de zanahoria. Mezcla todos los ingredientes en un recipiente y empapa varias gasas con el producto. Coloca estas gasas en tu rostro y deja que actúen 10 minutos. A continuación lava tu cara y aplícate la crema hidratante que utilices habitualmente.
- Mascarilla contra el acné: Necesitarás miel de abeja, un diente de ajo, unas gotas de limón y una cucharada de yogurt natural. Deberás machar muy bien el ajo, agregar la miel, el yogur, las gotas de limón y mezclar. Aplícate la mascarilla sobre el rostro y deja actuar 10 minutos hasta que notes que la mezcla se ha secado. A continuación lava tu cara y aplícate la crema hidratante que utilices habitualmente.
- Mascarilla exfoliante: Mezcla una cucharada de miel con la pulpa de un limón o naranja. Frota la mezcla sobre tu piel con un suave masaje y enjuaga con agua tibia.
- Mascarilla anti arrugas: Mezcla en un bol una cucharada de miel, aceite de almendras y 1 yema de huevo. Aplica el producto dando pequeños golpes sobre tu piel, sobre todo, en el área donde existan más arrugas.
- Mascarilla para piel grasa: Necesitarás una cucharada de miel, una clara de huevo y una cucharada de leche en polvo. Mezcla la miel y la leche en un recipiente hasta que quede una masa compacta. Agrega la clara de huevo y bátelo. Aplica la mezcla sobre tu cara durante 15 minutos y a continuación retírala con agua.