Sabemos que dormir bien es básico para nuestra salud pero ¿por qué? ¿Cómo afecta la falta de sueño a nuestro estilo de vida saludable? Según un estudio reciente de la Universidad de Berkley, existe una posible relación entre la falta de sueño y el Alzheimer.
Así pues, todavía vemos que una buena higiene del sueño es básico, también para prevenir o retrasar este tipo de enfermedades. Dormir poco (o mal) nos hace más propensos a la obesidad, estamos más nerviosos, estresados y neuróticos. El insomnio nos hace estar más hipersensibles e irritables. Cuantas menos horas de sueño duermas menos creativo, atento y eficiente estarás. Por último, la falta de sueño desestructura nuestro sistema metabólico por lo que el insomnio puede favorecer el aumento de la presión arterial y los problemas de corazón.
Una vez analizadas las consecuencias de dormir mal, veámos qué podemos hacer para favorecer un sueño agradable y relajado:
- No tomar alimentos, bebidas alcohólicas o con cafeína en las 6 horas previas a irse a la cama. En el caso de las bebidas alcohólicas, si bien es cierto que da la sensación de inducir al sueño (es depresor del sistema nervioso), en realidad lo que provoca es que durante la noche nos despertemos varias veces, la calidad del sueño. En cuanto a las bebidas con cafeína seguro sabéis que es un estimulante del sistema nervioso, y que por lo tanto, puede provocar insomnio, ansiedad, intranquilidad y nerviosismo en aquellas personas que sean más susceptibles a su efecto.
- No fumar antes de acostarse o en caso de despertar nocturno: por contra de lo que muchos piensan, la nicotina en vez de relajar, excita.
- Hacer una cena ligera y al menos 2 horas antes de acostarse. Comer copiosamente antes de irnos a la cama, nos provocará digestiones pesadas.
- No realizar ejercicio físico intenso a menos de 6 horas antes de acostarse, pues el sistema nervioso se activaría y la sensación de somnolencia se perdería.
- Minimizar la luz, el ruido y los extremos de temperatura en la habitación (no más de 24 °C ni menos de 12 °C). Utiliza tapones para dormir o antifaces para conseguir la penumbra deseada.
- Permanecer en la cama sólo el tiempo que se esté durmiendo. Si no podemos conciliar el sueño o nos hemos despertado y no podemos volvernos a dormir es aconsejable levantarnos y comenzar una actividad tranquila que distraiga.
- Mantener una hora regular de despertar, incluso durante los fines de semana o días de vacaciones, independientemente de cuanto se haya dormido. Dicen que el ser humano está hecho para las costumbres… y es cierto.
- ¡Prohibido leer, comer o ver la televisión en la cama! Es importante que asociemos la cama con el descanso y que permanezcamos en ella sólo el tiempo en que se esté durmiendo.
- Evitar las siestas diurnas, sobretodo si padeces de insomnio. Ahora bien, si el sueño aparece durante el día y es invencible, hazte una mini siesta de menos de media hora de duración.
En el fondo, conseguir una buena higiene del sueño es sencillo. Eso sí, requiere de voluntad y determinación al principio. Una infusión relajante o practicar ejercicios de relajación también podrán ayudarte a conciliar el sueño. Encuentra estos y más productos en nuestros supermercados ecológicos y… ¡dulces sueños!