Estamos acostumbrados a acudir al supermercado cada vez que queremos comprar algo. Alimentos, complementos, objetos y cualquier cosa que necesitemos. A pesar de esta facilidad y de tener a tu alcance multitud de productos ecológicos y bio –como los que encontrarás en nuestros supermercados bio – hoy queremos que te adentres en el maravillo mundo de los huertos urbanos.
Un huerto urbano nos proporcionará alimentos sanos, nutritivos y sabrosos y además, supone una válvula de escape más que saludable a nuestro estresante día a día. Entonces, ¿por dónde empiezo a crear mi huerto urbano? A continuación hemos recopilado los elementos básicos que necesitas antes de empezar la aventura.
Podemos crear un huerto urbano prácticamente en cualquier lugar, un pequeño jardín, un patio, una terraza, un balcón o incluso una ventana nos va a permitir cultivar nuestras hortalizas. Pero hay hecho indiscutible: debemos disponer de luz natural directa.
Las hortalizas al igual que el resto de las plantas necesitan la luz solar para obtener energía a través de la fotosíntesis. En principio la mejor orientación será aquella que nos permita una buena cantidad de horas de luz directa, normalmente orientación sur o sureste, aunque también habrá que tener en cuenta los obstáculos que podamos tener y que nos puedan crear sombras (edificios, etc.).
Si tenemos muchas horas de sol recurriremos a cultivos exigentes como las berenjenas, los tomates o los pimientos, mientras que si recibimos menos horas de sol, optaremos por cultivos menos exigentes como lechugas, cebollas, rábanos, fresas.
En cuanto a los recipientes que utilizaremos en nuestro huerto urbano, éstos deben permitir una gran cantidad de sustrato. Puedes encontrar recipientes de todos los tamaños y materiales posibles así que, en función del espacio disponible, deberás elegir uno u otro.
Otro de los imprescindibles en nuestro huerto es el sustrato. Lo mejor son los sustratos orgánicos y éstos deben ser ligeros; tener una adecuada porosidad (capaces de retener agua y que permitan la libre circulación del aire en las raíces) y que sean capaces de retener los nutrientes fundamentales.
Por último –en próximos posts veremos algunos ejemplos de huertos urbanos y ampliaremos la información con productos de temporada y consejos-, el sistema de riego del huerto urbano es básico. En ocasiones podemos excedernos a la hora de regar o incluso quedarnos cortos. Por lo que deberemos estar muy pendientes de esta tarea y buscar siempre un grado de humedad constante, adaptándolo a la época del año y al alimento que estemos cultivando. Si tu huerto te lo permite, un elemento de gran ayuda es el sistema de riego por goteo con programador. Este sistema nos permitirá controlar el caudal de riego y la frecuencia de una forma más exacta.
Fuente: Planeta Huerto